Estatua de Cervantes

El monumento a Cervantes que preside la plaza del mismo nombre en Alcalá de Henares nos recuerda cada día que aquí nació el mayor escritor en lengua española de todos los tiempos y firmó la obra literaria más traducida de la historia y segunda más leída del mundo detrás de la Biblia, ése fue Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), autor de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha»(1605).

Los intentos de erigir un monumento al complutense más universal que ha existido en su ciudad natal fue un tema muy recurrente durante el siglo XIX, siendo José I Bonaparte, durante la invasión napoleónica, el primero que lo intentó sin resultados.

Varias décadas después para celebrar el III Centenario de la fecha de su bautismo, y no del nacimiento, el 9 de octubre de 1878, el entonces alcalde de la ciudad Esteban Azaña (1850-1890), padre del que sería presidente de la II República española, retomó el tema y colocó la primera piedra del que se ha convertido en el monumento más emblemático y símbolo de la ciudad.

Complumiradas Alcalá de Henares Monumento a Cervantes

El ayuntamiento aprobó las condiciones de aquel contrato firmado con la familia Nicoli (escultores florentinos afincados en España que realizaron varias obras en Alcalá), al respecto, concretamente decía: «con el escultor don Pedro Nicoli que ha de realizar la estatua», aunque la firma que aparece en la escultura es la de su sobrino Carlo Nicoli (1843-1915), quien utilizó este trabajo como aval para optar a una de las condecoraciones que le otorgó Alfonso XIII.

Carlo Nicoli también realizó la verja de hierro del Palacio Arzobispal y el busto del Empecinado que hay en la plaza que lleva su nombre.

Su obra escultórica, en bronce o mármol, tiene un marcado carácter romántico con toques realistas.

Su gusto por trabajar los ropajes, las expresiones y las formas idealizadas le dan a sus esculturas un aire tan simbólico y monumental como el que exhibe la que nos ocupa, que es considerada una de sus mejores obras.

Originalmente la escultura de bronce de 2,09 m de altura y 750 kg de peso, descansaba sobre un pedestal de  piedra caliza de Colmenar con forma de pirámide cuadrangular truncada y cuatro  pináculos en las esquinas, rodeado de un jardincillo que guardaba una verja, diseñado por el artista polifacético Manuel Laredo, también autor del palacete que lleva su nombre situado en el Paseo de la Estación.

A finales de los 70 del siglo pasado, una remodelación de la plaza cambió el antiguo pedestal de Laredo por el actual y en 1994 se añadieron los cuatro relieves alusivos a diferentes episodios del Quijote que decoran cada una de sus caras, obra del escultor onubense José Noja Ortega (1938), autor muy vinculado a la ciudad que creó el Museo de Escultura al Aire Libre, y otras obras como el busto de Azaña o el Aguador.

Complumiradas Alcalá de Henares Escultura de Cervantes Plaza de Cervantes

En 2007 el monumento a Cervantes fue sometido a una profunda limpieza y restauración que incluyó la reposición de la pluma que porta en su mano, que ha sido robada en numerosas ocasiones.

Pero existe constancia de una propuesta alternativa que los Nicoli presentaron al ayuntamiento de otra escultura de Cervantes sentado que podría haber sido la que presidiera la plaza en vez de la actual donde aparece erguido.

De aquella propuesta desechada en Alcalá existe un molde de escayola de 2,22 m de altura que se encuentra en la Academia de Bellas Artes de la ciudad italiana de Carrara.

Finalmente el diseño se materializó en mármol blanco, obra del mismo escultor italiano que realizó la alcalaína, y se encuentra en un parque situado en la zona vieja de la capital cubana.

Al parecer en 1905 el periodista Aureliano Ramos propuso al gobierno provincial de La Habana realizar un homenaje al escritor español con motivo del 400 aniversario de su muerte.

Tres años después se colocaba en el viejo y desangelado parque de San Juan de Dios, hoy parque de Cervantes, esta escultura sobre un pedestal cuadrangular alzado sobre una pequeña plataforma escalonada, que fue costeado por suscripción popular.

La escultura sedente del ilustre alcalaíno, fue el primer monumento erigido en su memoria en América, y sólo diez años después de que Cuba dejara de ser colonia española. El acto fue muy sonado entonces, y hasta los pies del monumento peregrinan cada 23 de abril, Día del Idioma Español allí, los miembros de la Academia Cubana de la Lengua para rendirle homenaje.

Complumiradas Alcalá de Henares Escultura de Cervantes

Cada día alcalaínos de todas las edades se reúnen alrededor del monumento, «el monigote» lo han apodado cariñosamente, lo que demuestra que la sorna complutense no tiene límites, sirviendo como punto de encuentro para quedar o simplemente para pasar el rato apoyados sobre los muros del pedestal, a excepción de cada 23 de abril en que previo a la entrega del premio Cervantes en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá, que recuerda la muerte del escritor en 1616, se realiza un acto en el que las autoridades dejan una corona de laurel a sus pies, recordándonos la importancia de su ilustre vecino y la razón de su presencia en la antigua plaza Mayor, epicentro de la actividad comercial desde la Edad Media que dejó de llamarse del Mercado en el s. XIX para «ser» de Cervantes para siempre, suya es la plaza y nuestro el orgullo de pisar las mismas calles de la ciudad que le vio nacer.

Es la plaza de Cervantes el alma y el corazón de la ciudad complutense, el lugar donde tomar el pulso y el ánimo a sus habitantes, un hermoso espacio, tan entrañable para los alcalaínos como celebrado por quienes la contemplan por primera vez.

@complumiradas

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